Tener muy poco tejido adiposo es una afección poco común conocida como lipodistrofia, que puede deberse a causas genéticas o adquiridas como la infección por VIH, algunos trastornos autoinmunes y el uso de ciertos medicamentos.

Con la lipodistrofia, el cuerpo almacena grasa de manera inadecuada en los músculos esqueléticos y el hígado, lugares que normalmente contienen cantidades relativamente pequeñas de grasa.

Las personas con muy poco tejido adiposo pueden enfrentar problemas similares a aquellas con exceso de tejido adiposo, que incluyen los siguientes:

  • Resistencia a la insulina
  • Diabetes tipo 2
  • Triglicéridos elevados
  • Enfermedad del hígado graso

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Tener un síndrome de lipodistrofia no siempre significa que no tengas grasa corporal. Muchas formas de lipodistrofia provocan una distribución anormal de la grasa corporal.

Por ejemplo, una persona con lipodistrofia puede carecer de tejido adiposo en la parte superior del cuerpo pero tener un aumento de tejido adiposo en la parte inferior del mismo. Algunas personas con la afección pueden tener piel caída en las mejillas, orejas grandes o una falta total de grasa en las extremidades, pero solamente ahí y en ningún otro lugar.

Si tienes más dudas sobre la lipodistrofia, consulta a tu proveedor de atención médica.

 

Fuente: Very Well Health