La marcha antiálgica es una cojera que se desarrolla en respuesta al dolor. Suele afectar con mayor frecuencia al pie, la rodilla o la cadera. El tratamiento se enfoca en abordar la causa subyacente.

Las lesiones menores son la causa más común de marcha antiálgica en los niños, seguidas de infecciones e inflamaciones:

  • Lesión: generalmente es menor y sanará por sí sola. La cojera persistente puede indicar una fractura ósea subyacente.
  • Infección: las infecciones virales o bacterianas en los huesos y las articulaciones en crecimiento pueden causar dolor y cojera en los niños más pequeños.
  • Inflamación: la artritis juvenil puede afectar las articulaciones y ocasionar dolor, hinchazón y una cojera antiálgica característica.

Dos tipos de artritis pueden causar dolor y un modo de andar antiálgico en las personas mayores:

  • Osteoartritis: es la artritis que se deriva del «desgaste» de las articulaciones que a menudo envejecen. Las viejas lesiones y la obesidad también pueden contribuir.
  • Artritis reumatoide: trastorno inflamatorio que afecta el revestimiento de las articulaciones y causa dolor e inflamación. Finalmente, puede resultar en erosión del hueso, formación de tejido anormal y deformidad de las articulaciones.

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Asimismo, la marcha antiálgica puede ser causada por problemas en la espalda de una persona, que incluyen los siguientes:

  • Ciática: causa dolor por irritación o compresión del nervio ciático, el nervio más largo del cuerpo, que se extiende desde la parte posterior de la pelvis, a través de las nalgas, bajando por cada pierna y hasta los pies.
  • Osteomielitis espinal: es una infección que tiene lugar cuando las bacterias ingresan al torrente sanguíneo y se alojan en un disco entre las vértebras espinales. Es más común en las personas mayores.
  • Discitis: es cuando los espacios discales entre los huesos pequeños de la columna vertebral se inflaman e irritan, causando dolor y cojera.

Finalmente, las siguientes condiciones también pueden causar una marcha antiálgica:

  • Tumores: pueden convertirse en huesos y tejidos blandos, causando dolor y cojera.
  • Dolor de cintura pélvica: puede afectar a las mujeres embarazadas cuando las articulaciones pélvicas se mueven de manera desigual, lo que hace que la cintura pélvica sea menos estable y ocasione dolor.

 

Fuente: Medical News Today