Un botiquín de primeros auxilios puede ayudarte a responder eficazmente ante lesiones y emergencias comunes. Los primeros auxilios son importantes para aquellas situaciones que no requieren un viaje al hospital o a la sala de emergencias. Estas situaciones incluyen caídas menores, picaduras de abejas, quemaduras, reacciones alérgicas, entre otras.
Un botiquín completo debe proporcionar los suministros que necesitas para estar listo para la mayoría de las emergencias menores. Afortunadamente, armar un botiquín de primeros auxilios es tan simple como colocar algunos artículos básicos en un pequeño recipiente.
Es importante que guardes el recipiente en el gabinete de medicamentos de tu casa para mantenerlo alejado de los niños pequeños. También puedes guardar uno en tu automóvil o llevarlo contigo cuando estés fuera de casa.
Conoce más: Botiquín de primeros auxilios para deportistas
Materiales indispensables
- Solución o toallitas antisépticas, como peróxido de hidrógeno, povidona yodada o clorhexidina.
- Ungüento antibiótico, como bacitracina, polisporina o mupirocina.
- Enjuague estéril, como solución salina para lentes de contacto.
- Loción de calamina para picaduras o exposición a la hiedra venenosa.
- Crema, ungüento o loción de hidrocortisona para la picazón.
Considera también tener una aspirina en el botiquín de primeros auxilios. La aspirina puede salvar la vida de un adulto con dolor torácico. Si tú u otra persona tiene dolor torácico por primera vez o sin ninguna explicación, solicita de inmediato asistencia médica de emergencia. Luego mastica una aspirina de concentración regular.
No tomes aspirina si eres alérgico a la aspirina, tienes problemas de sangrado o tomas otro medicamento anticoagulante, De igual forma, evítalo si tu médico te dijo previamente que no lo hicieras.
Otras recomendaciones
- Controla tu botiquín de primeros auxilios para reemplazar los suministros que se hayan vencido o utilizado.
- Considera realizar un curso de primeros auxilios en la Cruz Roja.
- Prepara a los niños para las emergencias médicas de una manera que sea adecuada para su edad.
Es importante que verifiques que tú y tu familia están preparados para tratar síntomas, lesiones y emergencias comunes. Si tienes dudas, consulta a tu médico de cabecera.
Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos