Experimentar una pérdida repentina de audición en un oído puede resultar frustrante. Afortunadamente, alrededor de la mitad de las personas que padecen dicha pérdida recuperan la audición sin tratamiento y el 75% la recuperan con tratamiento.

Existen dos tipos de pérdida auditiva repentina: La pérdida auditiva conductiva repentina es causada por cerumen u otra obstrucción. La pérdida auditiva neurosensorial súbita (SSHL por sus siglas en inglés), que es menos común, es ocasionada por la pérdida de sensibilidad en los nervios. Puede ser causada por un tumor, un traumatismo craneoencefálico u otros problemas de salud.

El síntoma más común de pérdida repentina de audición en un oído es no poder escuchar tan bien como deberías por ese oído. Algunas personas experimentarán una pérdida auditiva total, mientras que otras experimentarán un sonido amortiguado o una reducción de la audición.

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Generalmente, las personas se despiertan con una pérdida auditiva repentina, pero no siempre ocurre a primera hora de la mañana. Es posible que la pérdida auditiva no se produzca de una sola vez, sino a lo largo de varios días. Entonces, puede presentarse con los siguientes síntomas:

  • Un estallido antes de la pérdida auditiva
  • Tinnitus (sonido de timbre que puede ocurrir en uno o ambos oídos)
  • Mareo
  • Presión dentro del oído
  • Vértigo

RECUERDA: Siempre debes consultar a un médico cuando experimentes pérdida auditiva repentina en un oído. El tratamiento temprano es importante, sobre todo si la pérdida ocurre repentinamente o si crees que podrías estar experimentando SSHL. Las personas que retrasan el tratamiento tienen menos probabilidades de recuperar la audición, por lo que es fundamental acudir a la brevedad a un proveedor de atención médica.

 

Fuente: Very Well Health