Muchos niños experimentan pesadillas y terrores nocturnos, pero la mayoría los supera con la edad. Algunos adultos también pueden tenerlos.

Los terrores nocturnos y las pesadillas son distintos y ocurren en diferentes etapas del sueño.

Durante un terror nocturno, puedes hablar y moverte, pero estás dormido(a). Es raro recordar haber tenido un terror nocturno.

Las pesadillas son malos sueños de los que uno se despierta y puede recordarlos.

Los terrores nocturnos son más comunes en niños de entre 3 y 8 años, mientras que las pesadillas pueden afectar tanto a niños como a adultos.

Si no puedes moverte ni hablar cuando te despiertas o te quedas dormido(a), es posible que tengas parálisis del sueño, que no es lo mismo que tener un terror nocturno.

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Las causas más comunes de los terrores nocturnos y las pesadillas incluyen las siguientes:

  • Estar muy cansado(a) o no sentirte bien
  • Ruidos repentinos por la noche o necesidad de orinar durante la noche (que pueden afectar tu sueño profundo)
  • Algo que te asustó (como ver una película de terror) o te estresó, te puso ansioso(a) o preocupado(a)

Otras causas son:

  • Tomar ciertos medicamentos, como antidepresivos
  • Condiciones que afectan el sueño, como el síndrome de piernas inquietas o la apnea del sueño
  • Afecciones de salud mental, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT)
  • Condiciones que afectan el cerebro, como la demencia
  • Los terrores nocturnos son más comunes en personas con familiares que han tenido terrores nocturnos o que caminan dormidos.

Consulta a tu médico de cabecera si:

  • Tu hijo(a) tiene terrores nocturnos varias veces por noche o los tiene la mayoría de las noches
  • Tu hijo(a) tiene muchas pesadillas sobre lo mismo
  • Tienes pesadillas regulares que afectan tu sueño y tu vida cotidiana

 

Fuente: NHS