El costo y la falta de tiempo son algunas de las razones por las que los padres no inscriben a sus hijos en clases de natación, así lo reveló una nueva encuesta.
«La natación es una de las habilidades para salvar vidas más importantes que los niños y los adultos deben dominar. Ya sea para divertirse o para hacer ejercicio, la natación les servirá bien por el resto de sus vidas, y nunca es demasiado temprano para comenzar a aprender», señaló el doctor Matthew Davis, presidente de medicina del Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie de Chicago.
La encuesta reciente, que entrevistó a más de 1,500 mamás/papás en Chicago, encontró que el 46% de sus hijos nunca recibieron lecciones de natación.
Las tres razones principales fueron el costo (35%), la falta de tiempo (22%) y la imposibilidad de encontrar lecciones (21%). Otros padres dijeron que les enseñaron a nadar a sus hijos o no los enviaron a clases debido a la pandemia de COVID-19.
Si bien el 70% de los padres caucásicos dijeron que sus hijos recibieron lecciones, las tasas fueron del 63% entre los padres asiáticos u otros padres y del 45% entre los padres negros e hispanos, mostraron los resultados.
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«Las habilidades de seguridad en el agua son esenciales, especialmente para los jóvenes afroamericanos que se ahogan cinco veces más que los jóvenes blancos», subrayó la doctora Michelle Macy, coautora del estudio, médico de medicina de emergencia y directora científica de salud comunitaria, población y resultados en el Instituto de Investigación Infantil Stanley Manne del citado hospital.
«Mucha gente está ansiosa por empezar a nadar de nuevo, y esperamos que todos los padres actúen combinando la supervisión con la educación para que sus hijos estén más seguros en el agua», dijo Macy.
La encuesta también encontró que solo el 38% de los niños de familias que vivían por debajo del nivel federal de pobreza podían flotar sobre sus espaldas durante 30 segundos sin ayuda, en comparación con el 51% de los hogares de ingresos medios y 64% de los hogares con ingresos altos. Flotar sin ayuda es una habilidad clave para la supervivencia que puede reducir el riesgo de ahogamiento.
Los resultados sugieren que los bajos ingresos familiares son una barrera para la seguridad del agua de los niños, concluyeron los investigadores.
Fuente: Health Day News