Si tienes pensado realizar una parrillada, debes tomar las precauciones necesarias para evitar accidentes por fuego, así lo advierte la doctora Diane Reinhold, educadora de nutrición y bienestar en la Extensión de la Universidad de Illinois y dietista registrada.
Cada año, los departamentos de bomberos responden a unos 5,700 incendios causados por parrilladas residenciales, señala la Administración de Incendios de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos. Tales incendios se traducen en miles de visitas al departamento de emergencias y en gastos por 37 millones de dólares en daños cada año.
«La mejor manera de prevenir daños y lesiones al asar a la parrilla es darle mantenimiento a tu equipo», aconsejó Reinhold.
Las parrillas de gas tienen un mayor riesgo de incendio que las de carbón, debido a fugas o roturas que pueden sufrir en algunas partes. Haz una revisión de seguridad de tu parrilla de gas cada año y también cada vez que desconectes el cilindro, la manguera o el regulador.
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Las fugas pueden ser causadas por conexiones incorrectamente selladas, mangueras rotas o divididas o daños causados por la vida silvestre. Otro problema potencial es que la conexión del regulador se obstruye.
Para inspeccionar tu parrilla de gas, mezcla una solución 50/50 de jabón para platos y agua. Después de instalar un cilindro de gas, gira todos los controles a la posición de apagado. Abre el cilindro de gas girando la válvula una vuelta hacia la izquierda. Después, aplica ligeramente la mezcla de agua y jabón a la manguera y otras conexiones de gas. Si ves que se forman burbujas de jabón, hay una fuga de gas, indica Reinhold.
Apaga el gas y verifica las conexiones para ver si es necesario apretarlas, luego haz otra prueba de jabón. Si todavía hay una fuga, haz que un profesional revise la parrilla.
La principal causa de los incendios en las parrillas de gas es una parrilla sucia, subrayó Reinhold. Las llamas de la grasa y la grasa acumuladas pueden hacer que la parrilla se sobrecaliente y podrían derretir los diales de plástico y las mangueras flexibles, deformar el metal y agrietar la cerámica.
«Contrariamente a la creencia popular de que una parrilla sazonada proporciona el mayor sabor, es crucial limpiar las rejillas, los quemadores, las mesas auxiliares y la trampa de grasa», enfatizó Reinhold.
Fuente: Health Day News
