Hoy en día, existe una escasez de evidencia científica que respalde cualquier dieta para las personas con esclerosis múltiple (EM). De la información disponible, los resultados son contradictorios y, en ocasiones, difíciles de interpretar. Por ejemplo, la deficiencia de vitamina D y la deficiencia de vitamina B12 pueden estar asociadas con la EM, pero no está claro si esto tiene implicaciones prácticas en el manejo de la enfermedad.

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No obstante, además de una posible falta de eficacia de ciertas dietas, algunos cambios dietéticos plantean preocupaciones particulares para las personas con EM. Tales preocupaciones incluyen:

  • Algunas dietas pueden ser demasiado restrictivas. Si un plan posee deficiencia de nutrientes importantes, puede causar más daño que beneficio. (Las dietas que eliminan ciertos alimentos generalmente requieren tomar vitaminas para prevenir deficiencias nutricionales).
  • Los componentes recomendados (por ejemplo, el aceite de hígado de bacalao en una dieta llamada Swank) pueden provocar la ingesta accidental de cantidades tóxicas, que también pueden ser perjudiciales.
  • Es posible que algunos alimentos inflamatorios exacerben los síntomas de la EM.

RECUERDA: Si deseas intentar hacer cambios en la dieta para poder controlar mejor tus síntomas de esclerosis múltiple, asegúrate de hablar con tu proveedor de atención médica sobre los alimentos o ingredientes que estás considerando.

 

Fuente: Very Well Health