La sensación de falta de aire ocurre cuando existen problemas para respirar o cuando es incómodo obtener oxígeno. En ocasiones, esa falta de aire puede deberse a problemas respiratorios leves, como una congestión nasal o hacer ejercicio intensamente. Sin embargo, también puede ser señal de una enfermedad seria.
Muchas condiciones pueden provocar la falta el aire. Algunas de ellas son:
- Problemas en los pulmones como asma, enfisema o neumonía.
- Problemas en la tráquea o en los bronquios.
- Enfermedades cardíacas.
- Ansiedad o ataque de pánico.
- Alergias.
Conoce más: Hiperventilación, ¿cuáles son sus causas?
Si tienes problemas para respirar con frecuencia, es importante encontrar la causa.
Llama a emergencias o pide a alguien que te lleve a la sala de urgencias si tienes una dificultad grave para respirar que aparece en forma repentina y afecta tu capacidad de actuar.
De igual forma, busca atención médica de urgencia si la dificultad para respirar está acompañada de:
- Dolor en el pecho, desmayo o náuseas.
- Color azulado en los labios o las uñas.
- Cambio en qué tan alerta estás mentalmente.
Ante cualquier duda, acércate a un profesional de la salud.
Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos