Un sarpullido o erupción en todo el cuerpo siempre es motivo de preocupación. Las alergias a medicamentos usualmente causan erupción diseminada (generalizada), pero también puede presentarse con la enfermedad de Lyme (causada por la picadura de una garrapata) o con los exantemas (erupciones reactivas causadas principalmente por infecciones virales como el sarampión).

Las personas inmunocomprometidas (que tienen defensas inmunitarias debilitadas) también pueden tener un sarpullido generalizado, mientras que otras solo pueden tener un sarpullido localizado. Un ejemplo incluye el herpes zóster diseminado en personas con infección por VIH avanzado.

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Asimismo, existe una diferencia entre un sarpullido que produce picazón y un sarpullido que ocasiona dolor. Las erupciones dolorosas justifican una investigación inmediata, ya que pueden ser señal de una infección potencialmente grave pero tratable, como el herpes zóster o el herpes genital.

En ambos casos, el tratamiento temprano con medicamentos antivirales puede reducir la duración y la gravedad de la infección y, en el caso del herpes zóster, el riesgo de dolor nervioso crónico o de daño en la visión.

 

Fuente: Very Well Health