El sarampión es un virus que se transmite por el aire y puede permanecer ahí durante dos horas. Se puede contraer al tocar superficies contaminadas o inhalar el virus. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), nueve de cada diez personas que no han sido vacunadas contra el sarampión se infectarán tras la exposición.
Los síntomas del sarampión incluyen:
- Síntomas similares a los de un resfriado o gripe
- Ojos rojos
- Fiebre
- Erupción roja o marrón rojiza en todo el cuerpo
- Manchas en el interior de la boca
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Según los expertos, el sarampión es extremadamente contagioso y se ha observado un aumento de casos a nivel mundial (la Organización Mundial de la Salud [OMS] registró un millón de casos adicionales de sarampión en 2022, en comparación con 2021) debido a los retrocesos en las tasas de vacunación contra el sarampión durante la pandemia de COVID-19. La población general corre riesgo si no se ha vacunado (lo que suele ocurrir durante la infancia), por lo que no hay que preocuparse si la vacunación se mantiene al día.
Durante el segundo semestre del 2023, se registraron más de 20,000 casos de sarampión en Yemen, el país con el principal brote. Esto indica que, sin una inmunidad generalizada ni vacunación, el virus puede propagarse ampliamente.
Asimismo, existen varios países en el mundo donde el sarampión es endémico y circula ampliamente en la comunidad. Con el aumento de los viajes internacionales, las personas no vacunadas se exponen al sarampión en los países que visitan. Tras enfermarse, exponen al sarampión a personas no vacunadas, con baja vacunación y a personas demasiado jóvenes para vacunarse o que no pueden hacerlo por razones médicas. Esto se ha reportado en varias ocasiones donde la exposición ocurre en aviones, aeropuertos o en la comunidad de la persona no vacunada.
Fuente: Healthline