Si alguno de los tendones de la mano se encuentra dañado, podría ser necesaria una cirugía para repararlo y ayudar a restaurar el movimiento en los dedos o el pulgar afectados.

La reparación del tendón de la mano se requiere cuando uno o más tendones de la mano se rompen (se parten) o se cortan, lo que provoca la pérdida de los movimientos normales de la mano.

Si los tendones extensores se dañan, no podrás estirar uno o más dedos. Si los tendones flexores sufren daño, no podrás doblar uno o más dedos.

El daño en los tendones también puede ocasionar dolor e hinchazón (inflamación) en la mano.

A veces, el daño en los tendones extensores puede tratarse sin necesidad de cirugía, utilizando un soporte rígido llamado férula que se coloca alrededor de la mano.

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Las causas más comunes de las lesiones en los tendones incluyen las siguientes:

  • Cortes: los cortes en el dorso o la palma de la mano pueden provocar lesiones en los tendones.
  • Lesiones deportivas: los tendones extensores y flexores pueden lesionarse al practicar deportes como el rugby, y las poleas que sostienen los tendones flexores pueden romperse si se realiza un agarre intenso, como al escalar en roca.
  • Mordeduras de animales y humanos: estas pueden provocar daños en los tendones y una persona puede dañarse el tendón de la mano después de golpear a otra persona en los dientes.
  • Lesiones por aplastamiento: si un dedo se atasca con una puerta o la mano se aplasta en un accidente automovilístico el tendón puede dividirse o romperse.
  • Artritis reumatoide: puede provocar que los tendones se inflamen. Si dicha inflamación es grave, puede provocar la ruptura de los tendones.

 

Fuente: NHS