La retinitis pigmentaria es una enfermedad ocular que afecta a la retina, capa de tejido ubicada en la parte posterior del ojo que convierte las imágenes luminosas en señales nerviosas y las envía al cerebro.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la retinitis pigmentaria puede ser hereditaria o causada por defectos genéticos. En este tipo de retinitis, las células que controlan la visión nocturna —bastoncillos— son más propensas a resultar afectadas. Sin embargo, las células del cono retiniano son las que reciben el mayor daño.

Síntomas

Los síntomas aparecen primero en la niñez. Sin embargo, los problemas graves no se presentan antes del comienzo de la adultez. Algunos de ellos son:

  • Disminución de la visión nocturna o cuando hay poca luz.
  • Dificultades para moverse en la oscuridad.
  • Pérdida de la visión lateral que causa «estrechamiento concéntrico del campo visual».
  • Pérdida de la visión central en casos avanzados. Esto afectará la capacidad para leer.

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Si bien no hay ningún tratamiento efectivo para esta afección, el uso de gafas de sol para proteger la retina de la luz ultravioleta puede ayudar a preservar la visión.

Algunos estudios han sugerido que el tratamiento con antioxidantes, como el palmitato de vitamina A en altas dosis, puede retardar la enfermedad. Sin embargo, tomar altas dosis de vitamina A puede causar serios problemas en el hígado.

Si ya te diagnosticaron este trastorno, un especialista de la visión puede ayudarte a adaptarte a la pérdida de la misma. En caso de detectar los síntomas, consulta a un experto que pueda diagnosticar cataratas o inflamación de la retina. 

 

Fuente: Medline Plus/ Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos