La roséola (o rubéola) y el sarampión son dos enfermedades diferentes que suelen causar sarpullido y fiebre durante la niñez. Sin embargo, los síntomas de las dos difieren de varias maneras.

Aunque ambas enfermedades comparten similitudes, existen factores distintivos, como la forma en la que se presentan los síntomas y la progresión de la enfermedad.

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Tanto la roséola como el sarampión pueden tener una apariencia similar, ya que generalmente se presentan con una erupción maculopapular. No obstante, el sarpullido de la roséola suele ser más rojo y rosado, mientras que el sarpullido del sarampión es más marrón y rojizo.

Si bien puede ser fácil confundirlas, otras características ayudan a diferenciar entre la roséola y el sarampión.

La erupción de la roséola comienza en el torso y se extiende desde ahí, mientras que la erupción del sarampión comienza en la cara y se desplaza hacia abajo.

Asimismo, la roséola tiende a ser más leve, mientras que el sarampión tiende a producir mayor malestar general.

 

Fuente: Medical News Today