El líquido cefalorraquídeo (LCR) es un fluido que rodea al cerebro y la médula espinal, amortiguándolos y protegiéndolos de traumatismos. Este baña constantemente al citado órgano y la columna vertebral, eliminando toxinas y productos de desecho liberados por las células nerviosas. Uno de esos productos de desecho, el péptido amiloide A-b, aumenta el riesgo de enfermedad de Alzheimer si se acumula demasiado en el cerebro.
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Sumado a ello, el líquido cefalorraquídeo cumple otras funciones importantes, que incluyen:
- Absorción de impactos: cuando te caes, sufres un accidente automovilístico o te golpeas la cabeza, el LCR que recubre tu cerebro absorbe el impacto para que tu cerebro no golpee tu cráneo.
- Nutrición: el LCR suministra al sistema nervioso central nutrientes esenciales, como glucosa, proteínas, lípidos y electrolitos.
- Presión intracraneal: un flujo constante de LCR mantiene estable la presión alrededor del cerebro. Demasiado LCR, posiblemente debido a una lesión cerebral traumática o un tumor cerebral, aumenta la presión intracraneal.
- Eliminación de desechos: el LCR pasa por el espacio subaracnoideo, limpiando las toxinas y los productos de desecho, que luego se transportan a los conductos linfáticos para su filtración.
- Temperatura: la circulación del LCR mantiene estable la temperatura del cerebro y la columna.
- Función inmune: el LCR contiene numerosas células inmunes que monitorean tu sistema nervioso central en busca de agentes extraños que podrían dañar tus órganos vitales.
Fuente: Very Well Health