¿Alguna vez has notado cómo los dolores y molestias parecen desvanecerse cuando tu adrenalina está bombeando al máximo? ¿O alguna vez has sentido un dolor profundo en el estómago después de una tragedia? Si es así, ya descubriste que el dolor, como tantas otras cosas en la vida, es profundamente sensible al estrés.
Cuando estás bajo estrés (breve o prolongado, leve o severo), tu cuerpo libera sustancias químicas que cambian la forma en que tu cerebro percibe el dolor. En algunos casos, el estrés en realidad lo alivia.
A corto plazo, el estrés puede ser un poderoso analgésico. Cuando el cerebro detecta una amenaza grave o una lesión traumática, libera una verdadera farmacia de productos químicos para amortiguar rápidamente el dolor. Llamada «analgesia inducida por el estrés», esta reacción explica por qué las personas a menudo no sienten dolor inmediatamente después de una lesión. Permite que un soldado en la batalla, o, para el caso, un ciervo que intenta correr más rápido que un león de montaña después de escapar de sus garras, se concentre en la supervivencia en lugar del dolor. Algunos soldados alcanzados por el fuego enemigo ni siquiera se dan cuenta de que han resultado heridos hasta que termina la batalla.
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Curiosamente, los analgésicos liberados por el cuerpo durante el estrés son muy similares a los químicos que se encuentran en ciertas sustancias ilícitas. Además de bloquear el dolor, estos químicos desencadenan la liberación de dopamina, un compuesto que proporciona sensaciones de placer.
Cabe mencionar que un grupo de investigadores descubrió que el estrés puede desencadenar la liberación de compuestos similares a los cannabinoides. En concreto, el estudio publicado en la revista Nature, encontró que dichos compuestos son altamente efectivos para bloquear el dolor. Según lo informado por la Universidad de Georgia, los científicos esperan que dicho descubrimiento pueda conducir a nuevos medicamentos capaces de aliviar el dolor sin los efectos secundarios de los narcóticos u otras sustancias analgésicas.
Fuente: Health Day