El síndrome de fatiga crónica (SFC) es un trastorno caracterizado por fatiga extrema o cansancio que no desaparece con el descanso y no es ocasionado por una afección médica subyacente.
El SFC también puede denominarse encefalomielitis miálgica (EM) o enfermedad de intolerancia al esfuerzo sistémico. A pesar de los extensos esfuerzos de investigación hasta el momento realizados, el síndrome de fatiga crónica sigue siendo una condición compleja sin causa ni cura exactas conocidas. La tasa de recuperación es de tan solo el 5%; por lo tanto, manejar el SFC a largo plazo puede ser un desafío.
Es probable que debas hacer cambios en tu estilo de vida para adaptarte a tu fatiga crónica. Como resultado, podrías experimentar depresión, ansiedad o aislamiento social. Es posible que descubras que unirte a un grupo de apoyo puede ser útil a medida que tomas decisiones y realizas transiciones.
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El SFC progresa de manera diferente en cada persona, por lo que es importante trabajar con tu médico para crear un plan de tratamiento que satisfaga tus necesidades.
Muchas personas se benefician de trabajar con un equipo de proveedores de atención médica. Esto puede incluir médicos, terapeutas y especialistas en rehabilitación.
Si vives con fatiga crónica, acércate a asociaciones o iniciativas que posean recursos que puedan serte útiles. Consulta a tu médico para que te asesore sobre esta cuestión.
Fuente: Healthline