Los senos paranasales son espacios llenos de aire en el cráneo en la parte posterior de la cara y dependen del moco para mantenerse húmedos y limpios. Sin embargo, las infecciones bacterianas, la exposición a irritantes (humo, polen, vapores químicos), el asma, el tabique desviado, las alergias y los trastornos inmunológicos pueden irritar e inflamar la mucosa y también dañar los diminutos cilios parecidos a pelos que la recubren.

Cuando los cilios están gravemente dañados, ya no pueden realizar su trabajo de drenar la mucosidad de los senos nasales, lo que provoca una acumulación de mucosa.

En el peor de los casos, la irritación crónica puede desencadenar el crecimiento de pólipos nasales, que dan lugar a todavía más obstrucciones.

Según los profesionales de la salud, la sinusitis crónica (también conocida como rinosinusitis crónica) incluye: obstrucción nasal, escurrimiento nasal, sensación de opresión facial y/o disminución del sentido del olfato que dura más de 12 semanas.

La afección no implica solo sentirse congestionado(a), ya que puede desencadenar dolor craneofacial e impedir el sueño y la productividad.

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¿Cómo se diagnostica la sinusitis crónica?

De acuerdo con los expertos, a las personas que se quejan de problemas sinusales primero se les preguntará sobre síntomas específicos y sus antecedentes de salud personales.

El siguiente paso es un examen completo de la nariz y la cara. Es posible que te realicen estudios de imágenes, como una tomografía computarizada de los senos nasales.

Asimismo, se puede realizar una endoscopia nasal, en la que el médico utiliza una pequeña cámara para inspeccionar la cavidad nasal y los senos nasales. Si se descubre evidencia de una infección de los senos nasales, la endoscopia también podría tomar una muestra del drenaje nasal para analizarla.

 

Fuente: Health Day