La temperatura corporal normal no cambia mucho con el envejecimiento. Sin embargo, a medida que envejecemos, al cuerpo le resulta más difícil controlar su temperatura. Una disminución en la cantidad de grasa debajo de la piel hace que sea más difícil mantenerse caliente. Es posible que necesites usar capas de ropa adicionales para sentirte abrigado(a).

El envejecimiento disminuye la capacidad de sudar. Es posible que tengas dificultades para saber cuándo te estás sobrecalentando. Esto te pone en alto riesgo de sobrecalentamiento (golpe de calor). También puedes correr el riesgo de sufrir caídas peligrosas en la temperatura corporal.

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La fiebre es un signo importante de enfermedad en las personas mayores. Generalmente, es el único síntoma de una enfermedad durante varios días. Consulta a tu médico si tienes fiebre que no pueda explicarse por una enfermedad conocida.

La fiebre también es un signo de infección. Cuando una persona mayor tiene una infección, es posible que su cuerpo no pueda producir una temperatura más elevada. Por tal motivo, es importante comprobar otros signos vitales, así como cualquier síntoma y signo de infección.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine