En un estudio en donde se le dio seguimiento a más de 40 mil adultos durante casi una década, los investigadores descubrieron que las personas que consumían café durante la mañana presentaban un riesgo significativamente menor de mortalidad por cualquier causa y de muerte por enfermedades cardiovasculares, en comparación con quienes no bebían café.
En comparación con quienes no bebían café, quienes tomaban café por la mañana presentaban un 16% menos riesgo de mortalidad por cualquier causa, mientras que el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares disminuyó un 31%. No se observó una reducción del riesgo de mortalidad en quienes bebían café todo el día.
Conoce más: Cápsulas de café de un solo uso, ¿por qué pueden ser dañinas para tu salud?
Según el autor principal, el cuerpo posee un ciclo diurno de despertar, ir al baño, relajarse y, finalmente, dormir. El café de la mañana sigue este ciclo, mientras que el consumo continuado, sobre todo al final de la tarde, interrumpe dicho ciclo y el sueño.
La cantidad de café consumido por la mañana también influyó en la salud cardíaca.
Los bebedores moderados y abundantes de café por la mañana (de dos a tres tazas o más) presentaron mayores reducciones en el riesgo de muerte por enfermedades. El riesgo fue todavía menor entre los bebedores aún más moderados de café por la mañana (una taza o menos).
Asimismo, los investigadores analizaron el riesgo de mortalidad por cáncer, pero no hallaron asociación con ninguno de los dos patrones de consumo.
Fuente: Healthline