Muchas toses crónicas tienen más de un factor contribuyente, por lo que los médicos no solo buscan en las vías respiratorias o los pulmones para descubrir la causa.

Los médicos generalmente piensan de arriba a abajo: en los senos nasales, la función de deglución, el esófago y el estómago, además de las vías respiratorias y los pulmones en sí.

Más de una docena de afecciones o situaciones pueden explicar una tos persistente, incluyendo:

  • Problemas sinusales, como sinusitis
  • Bronquitis
  • Alergias estacionales
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
  • Efectos secundarios de medicamentos, como inhibidores de la ECA para tratar la presión arterial elevada.

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Pero solo un puñado de desencadenantes de la tos crónica son graves, como por ejemplo:

  • Asma
  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
  • Enfermedad pulmonar intersticial, una afección progresiva que involucra tos y disnea
  • Infecciones pulmonares crónicas
  • Bronquiectasias, inflamación crónica de los conductos que conducen a los pulmones
  • Cáncer de pulmón.

En ocasiones y según los expertos, la tos crónica surge por «causas muy extrañas», como la acumulación de cerumen (cera del oído). Y, a veces, el culpable es muy claro: el tabaquismo, ya sea tabaco o cigarrillos electrónicos. Básicamente, cualquier cosa que entre en los pulmones y no debería estar ahí puede causar tos.

Con base en la información anterior, si sufres de tos crónica, acude con un médico a la brevedad.

 

Fuente: Harvard Medical School