Los síntomas de la tos ferina suelen aparecer entre 5 y 10 días después de la exposición a la bacteria. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que, en algunos casos, los síntomas pueden tardar hasta tres semanas en aparecer.

La enfermedad se divide en tres etapas:

  • Primera etapa (catarral). Esta etapa dura de una a dos semanas y presenta síntomas similares a los del resfriado común.
  • Segunda etapa (paroxística). Esta etapa puede durar entre una y seis semanas e incluye ataques de tos incontrolables seguidos de una respiración larga y profunda, lo que otorga nombre a la afección.
  • Tercera etapa (convaleciente). Esta etapa de recuperación gradual puede durar desde semanas hasta meses.

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RECUERDA: La tos ferina es más contagiosa durante las primeras etapas de la infección. Las personas con la enfermedad pueden contagiarla desde que experimentan los primeros síntomas hasta al menos las dos primeras semanas de tos.

Si has estado tomando antibióticos durante cinco días completos, ya no puedes contagiar la tos ferina a otras personas.

 

Fuente: Healthline