El dolor de codo puede deberse a diversos problemas. Una causa común en los adultos es la tendinitis, es decir, la inflamación y lesión de los tendones, que son los tejidos blandos que fijan el músculo al hueso.
Si bien puede ocurrirle a cualquier persona, los deportistas enfrentan mayores probabilidades de lesionarse los tendones en la parte externa del codo. Esa afección se conoce, comúnmente, como codo de tenista.
Otras causas comunes
- Bursitis —inflamación de un cojín lleno de líquido que se encuentra bajo la piel—.
- Artritis.
- Distensión muscular en el codo.
- Infección en el codo.
- Desgarramiento del tendón.
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En el caso de los niños pequeños, es frecuentemente el «codo de niñera», que a menudo ocurre cuando alguien les jala el brazo estirado. Si esto pasa, los huesos se estiran y se separan momentáneamente y un ligamento se desliza entre ellos.
El ligamento queda atrapado cuando los huesos intentan regresar a su lugar. Como resultado, el niño normalmente se negará en silencio a usar el brazo, pero a menudo gritará con cualquier intento de doblar o enderezar el codo.
Los tratamientos dependen de la causa, pero pueden incluir:
- Fisioterapia.
- Antibióticos y analgésicos.
- Inyecciones de corticosteroides.
- Manipulación.
- Cirugía —último recurso—.
Visita a un profesional de la salud si tienes un caso prolongado de tendinitis que no mejora con los cuidados en el hogar o si el dolor se debe a una lesión directa en el codo.
Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos