La tuberculosis miliar, también conocida como tuberculosis diseminada, es una complicación rara pero potencialmente mortal de la tuberculosis, que afecta con mayor frecuencia a bebés y niños menores de 5 años, así como a personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Esta enfermedad surge cuando la bacteria infectante, Mycobacterium tuberculosis, ingresa al torrente sanguíneo y se propaga hacia los pulmones y otros órganos. Provoca la formación de tubérculos (pequeños crecimientos del tamaño de semillas de mijo) en los pulmones y da lugar a una amplia gama de síntomas, dependiendo de los órganos a los que afecta.

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Existen dos tipos principales de infección por tuberculosis. Alrededor del 30% de las personas expuestas a la infección por M. tuberculosis desarrollan tuberculosis latente, lo que significa que no presentan síntomas y no son contagiosas. De estas personas, alrededor del 5 al 10% desarrolla tuberculosis activa o sintomática. Sólo pruebas médicas específicas pueden detectar la tuberculosis latente y se recomiendan pruebas de detección para cualquier persona con mayor riesgo de exposición a la tuberculosis.

La tuberculosis activa, el tipo más grave, se produce cuando se experimentan signos de la afección. Los síntomas típicos de esta forma, precursora de la tuberculosis miliar, incluyen tos crónica o tos con sangre o esputo (moco espeso y de color), debilidad o fatiga, escalofríos y fiebre, entre otros.

Fuente: Very Well Health