El uso de pantallas es una parte integral de la vida moderna, ya sea en el trabajo, el estudio o el ocio. Sin embargo, este hábito conlleva riesgos para la salud, especialmente en lo que respecta a la postura corporal. Mantener una postura incorrecta mientras se utilizan dispositivos electrónicos, como computadoras, tabletas o teléfonos inteligentes, puede provocar problemas a largo plazo en el sistema musculoesquelético.
A continuación, te explicamos cómo el uso de pantallas afecta la postura y qué se puede hacer para prevenir estos problemas.
Efectos del uso prolongado de pantallas en la postura
- Postura encorvada (cifosis). Al utilizar pantallas, especialmente teléfonos y tabletas, es común inclinar la cabeza hacia adelante y encorvar los hombros. Esta posición constante puede llevar a una curvatura exagerada en la parte superior de la columna, conocida como cifosis. Con el tiempo, esta mala postura puede causar dolor en el cuello, los hombros y la parte superior de la espalda.
- Cuello de texto. El término «cuello de texto» describe el dolor y la tensión que surgen por inclinar la cabeza hacia adelante durante largos períodos, como cuando se revisa un teléfono. Al inclinar la cabeza, la carga sobre el cuello aumenta significativamente, lo que puede provocar dolores de cabeza, rigidez y, en casos graves, problemas en las vértebras cervicales.
- Problemas en la parte baja de la espalda. Estar sentado durante mucho tiempo frente a una computadora sin un soporte lumbar adecuado puede generar tensión en la parte baja de la espalda. La falta de movimiento y una postura inadecuada pueden provocar dolor lumbar crónico y, en algunos casos, hernias discales.
- Desbalance muscular. Mantener una postura inadecuada frente a una pantalla durante horas puede llevar a un desbalance muscular, en el que ciertos músculos se debilitan y otros se tensan de manera crónica. Esto aumenta el riesgo de lesiones, como tendinitis o contracturas musculares.
Consejos para mejorar la postura frente a las pantallas
1, Ajustar la altura de la pantalla
El centro de la pantalla debe estar al nivel de los ojos para evitar inclinar la cabeza hacia adelante. En el caso de las computadoras de escritorio, es recomendable ajustar la altura del monitor o utilizar un soporte. Si se utiliza un teléfono o tableta, levantar el dispositivo a la altura de los ojos puede prevenir el cuello de texto.
2. Usar una silla ergonómica
Una silla con buen soporte lumbar es esencial para mantener una postura adecuada al sentarse. Debe permitir que los pies descansen completamente en el suelo y que las rodillas queden a la altura de las caderas. Las sillas ergonómicas ayudan a mantener la columna vertebral alineada y reducen la tensión en la espalda baja.
3. Pausas frecuentes
Tomar descansos regulares cada 30 a 60 minutos permite cambiar de postura y estirar los músculos. Durante estos descansos, se recomienda realizar ejercicios de estiramiento para el cuello, los hombros y la espalda, lo que alivia la tensión acumulada.
4. Fortalecimiento de la musculatura
El fortalecimiento de los músculos de la espalda y el abdomen es fundamental para mantener una buena postura. Los ejercicios de fortalecimiento, como el yoga o el pilates, ayudan a mejorar el equilibrio muscular y reducen el riesgo de sufrir dolor o lesiones.
5. Conciencia postural
Desarrollar el hábito de revisar constantemente la postura es clave para evitar malos hábitos. Usar recordatorios en el teléfono o computadora para verificar la postura o utilizar aplicaciones que corrigen la postura pueden ser herramientas útiles.
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El uso prolongado de pantallas puede afectar seriamente la postura corporal si no se toman las precauciones necesarias. La postura encorvada, el cuello de texto y los problemas en la parte baja de la espalda son algunos de los efectos más comunes.
Recuerda que con ajustes simples en la configuración del entorno de trabajo, el uso de sillas ergonómicas y la realización de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, es posible prevenir estos problemas y mantener una postura saludable.
La clave está en ser conscientes de cómo interactuamos con la tecnología y tomar medidas proactivas para cuidar nuestro cuerpo. Ante cualquier duda sobre tu postura, consulta a un profesional de la salud.
Fuente: Mayo Clinic