En un cerebro con Alzheimer, la corteza cerebral se atrofia. Esto significa que dicha área cerebral se encoge, y tal contracción difiere dramáticamente de la corteza cerebral de un cerebro normal. Recordemos que la corteza es la superficie exterior del cerebro, la cual es responsable de todo el funcionamiento intelectual. Existen dos cambios principales que se pueden observar en el cerebro mediante imágenes por resonancia magnética (IRM):
- La cantidad de sustancia cerebral en los pliegues del cerebro (las circunvoluciones) disminuye.
- Los espacios que se ubican en los pliegues del cerebro (los surcos) se encuentran muy agrandados.
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Microscópicamente, también se presentan una serie de cambios en el cerebro, que sólo pueden observarse histológicamente con muestras de tejido tomadas en una autopsia.
A nivel microscópico, los dos hallazgos característicos del cerebro de la persona con Alzheimer son las placas amiloides y los ovillos neurofibrilares. Las placas amiloides se encuentran fuera de las neuronas, los ovillos neurofibrilares se ubican dentro de las neuronas. Recuerda que las neuronas son las células nerviosas que están dentro del cerebro.
Cabe destacar que dichas placas y ovillos también se encuentran en el cerebro de personas sin Alzheimer. Lo importante en esta enfermedad es su densidad y ubicación. Las placas y ovillos provocan la muerte y el encogimiento de las neuronas, provocando a su vez la atrofia del cerebro.
Fuente: Very Well Health