La autorregulación es la capacidad de elegir cómo reaccionar ante los sentimientos, emociones y pensamientos. Las personas comienzan a aprender a gestionar sus emociones durante la infancia a través de sus relaciones con los cuidadores.
Las personas no pueden autorregular sus emociones desde el nacimiento y dependen de los cuidadores para restablecer su equilibrio emocional; dicho proceso se conoce como corregulación.
Los adultos y adolescentes que han crecido en un entorno poco solidario durante la infancia pueden experimentar más dificultades para gestionar sus emociones y tener más problemas de autorregulación.
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Las estrategias para ayudar a alguien a gestionar las emociones o mejorar la autorregulación incluyen las siguientes técnicas:
- Respiración profunda (activa el sistema nervioso parasimpático, que ayuda al cuerpo a relajarse y a restablecer el equilibrio).
- Conexión sensorial a tierra (el uso de los cinco sentidos puede ayudar a las personas a mantenerse firmes y a recuperar el control de sus emociones).
- Actividades de atención plena (como yoga, meditación, tai chi o jardinería).
- Desafiar pensamientos (desafiar los pensamientos irracionales que estén causando angustia emocional).
- Practicar la aceptación (puede ayudar a las personas a dejar de etiquetar sus emociones como positivas o negativas).
Fuente: Medical News Today