El magnesio es un mineral esencial que desempeña un papel fundamental en múltiples funciones del cuerpo, incluyendo la regulación del sistema nervioso. En los últimos años, se ha explorado su relación con la ansiedad, un trastorno cada vez más común en la población mundial.
El magnesio y el sistema nervioso
El magnesio es clave para el equilibrio entre neurotransmisores excitatorios e inhibitorios en el cerebro. Este mineral ayuda a regular el glutamato, un neurotransmisor excitatorio, y potencia la acción del GABA (ácido gamma-aminobutírico), un neurotransmisor inhibitorio que favorece la relajación y calma.
Cuando los niveles de este mineral son bajos, el sistema nervioso puede volverse hiperactivo, lo que podría aumentar la predisposición a la ansiedad.
Impacto del déficit de magnesio en la ansiedad
La deficiencia de este mineral, que puede deberse a una dieta inadecuada, estrés crónico o ciertas condiciones médicas, se ha asociado con un aumento en los síntomas de ansiedad. Esto ocurre porque:
- Incrementa la liberación de cortisol: El magnesio regula la respuesta al estrés, y su ausencia puede aumentar los niveles de esta hormona, exacerbando la ansiedad.
- Afecta la función cerebral: Sin suficiente magnesio, el cerebro puede volverse más reactivo a estímulos estresantes.
- Reduce la calidad del sueño: Este mineral mejora la relajación muscular y mental, por lo que su déficit puede causar insomnio, que está vinculado a mayores niveles de ansiedad.
Alimentos ricos en magnesio para combatir la ansiedad
- Frutos secos y semillas: Almendras, nueces, semillas de girasol y linaza.
- Verduras de hoja verde: Espinacas, acelgas y kale.
- Legumbres: Lentejas, garbanzos y frijoles negros.
- Cereales integrales: Avena, quinoa y arroz integral.
- Chocolate oscuro: Elige opciones con al menos 70% de cacao.
Suplementación y recomendaciones
Aunque el magnesio se puede obtener de la dieta, algunas personas con ansiedad persistente podrían beneficiarse de suplementos. Sin embargo, es esencial consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación, ya que las necesidades varían entre individuos.
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Fuente: National Institutes of Health
