La depresión persistente puede acortar significativamente la supervivencia en quienes padecen cáncer de pulmón, incluso si los pacientes reciben los tratamientos más modernos contra el cáncer, así lo reveló una nueva investigación publicada en la revista Psychosomatic Medicine.
«Necesitamos ayudar a estos pacientes, no solo en el momento del diagnóstico, sino durante todo el tratamiento, a fin de eliminar los síntomas depresivos de la ecuación y dejar que estas impresionantes nuevas terapias hagan su trabajo», señaló Barbara Anderson, profesora de psicología en la Universidad Estatal de Ohio y autora principal del trabajo.
«Los estudios previos solo han analizado la depresión en el momento del diagnóstico y poco después para predecir la supervivencia. Sin embargo, este estudio muestra que lo que sucede con los niveles de depresión después del diagnóstico, así como en los meses posteriores, es clave para comprender cómo se relaciona la depresión con la muerte prematura», agregó la experta.
Andersen y sus colegas evaluaron la depresión y la ansiedad en 157 pacientes con cáncer de pulmón avanzado al momento de su diagnóstico, después mensualmente durante ocho meses y nuevamente cada dos meses durante un máximo de dos años.
Cuando fueron diagnosticados, el 8% tenía depresión de moderada a grave, el 28% tenía depresión moderada y el resto tenía síntomas más leves.
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La mayoría de los pacientes tuvo una disminución en los síntomas de depresión durante el seguimiento, pero aquellos que tuvieron depresión continua y depresión más severa mostraron más probabilidades de fallecer antes, encontró el estudio.
Por ejemplo, más de la mitad de los pacientes que no tenían o tenían niveles leves de depresión tres meses después del diagnóstico sobrevivieron a los 15 meses, en comparación con el 30% de los que tenían depresión de moderada a grave.
Los autores también compararon a dos pacientes que tenían puntuaciones de depresión comparables al momento del diagnóstico y eran similares en todos los demás aspectos. Sin embargo, la depresión de un paciente había mejorado después de cinco meses, mientras que la del otro empeoró.
La probabilidad proyectada de supervivencia al año fue del 64% para el paciente cuya depresión mejoró, en comparación con el 42% para el paciente cuya depresión empeoró.
Los nuevos tratamientos han mejorado significativamente la supervivencia de los pacientes con cáncer de pulmón, pero «descubrimos en este estudio, por primera vez, que incluso cuando se están aplicando nuevos tratamientos impresionantes, su eficacia puede verse limitada en aquellos pacientes que también luchan contra la depresión», subrayó Andersen.
Los resultados sugieren que la detección de la depresión en los pacientes con cáncer de pulmón es muy importante, y las personas con niveles moderados de depresión deben ser remitidas a un tratamiento de salud mental.
Fuente: Health Day News