El total mundial de personas que viven con demencia aumentará casi tres veces durante los siguientes 30 años, advierten investigadores.
Se prevé que los casos aumenten de unos 57.4 millones en 2019 a unos 152.8 millones para el año 2050, impulsados principalmente por el crecimiento y el envejecimiento de la población.
Esto «enfatiza la necesidad vital de una investigación centrada en el descubrimiento de tratamientos modificadores de la enfermedad y en intervenciones efectivas de bajo costo para la prevención o el retraso de la aparición de la demencia», destacó la investigadora Emma Nichols, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.
Para el 2050, el 16% de la población mundial serán personas mayores de 65 años, en comparación con el 8% registrado en 2010, así lo indica el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos.
Los investigadores dijeron que se espera que los mayores aumentos en la demencia ocurran en el este de África subsahariana, el norte de África y el Medio Oriente.
Si bien se estima que las tendencias positivas en el acceso a la educación en todo el mundo den como resultado 6.2 millones de casos menos de demencia para 2050, se prevé que el tabaquismo, el exceso de peso y los niveles altos de azúcar en sangre aumentarán los casos en 6.8 millones.
Las proyecciones, que abarcan desde 1999 hasta 2019, se basan en datos del estudio Global Burden of Disease (GBD), un conjunto de estimaciones de tendencias de salud en todo el mundo.
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Los resultados, que son de carácter preliminar, fueron presentados el martes durante una reunión de la Asociación de Alzheimer, celebrada virtualmente en Denver.
«Las mejoras en el estilo de vida de los adultos en los países desarrollados y otros lugares, incluidos un mayor acceso a la educación y una mayor atención a los problemas de salud cardíaca, han reducido la incidencia en los últimos años, pero el número total de personas con demencia sigue aumentando debido al envejecimiento de la población», señaló María Carrillo, directora científica de la Asociación de Alzheimer.
«Además, la obesidad, la diabetes y los estilos de vida sedentarios en las personas más jóvenes están aumentando rápidamente, y estos son factores de riesgo para la demencia», agregó.
Nichols dijo que estas estimaciones ayudarían a los legisladores y a los responsables de la toma de decisiones a comprender mejor los aumentos esperados en la demencia y qué los impulsa.
La experta y su equipo utilizaron los mismos datos para estimar que las tasas de muerte por enfermedad de Alzheimer aumentaron un 38% en todo el mundo entre 1990 y 2019. Tal estudio se publicó el año pasado en la revista Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association.
Carrillo resaltó que los números crecerán más allá de 2050 si no hay tratamientos efectivos para detener, retrasar o prevenir el Alzheimer y cualquier tipo de demencia. Esto afectará a las personas, los cuidadores, los sistemas de salud y los gobiernos.
«Además de la terapéutica, es fundamental descubrir intervenciones adaptadas a la cultura que reduzcan el riesgo de demencia a través de factores del estilo de vida como la educación, la dieta y el ejercicio», finalizó Carrillo.
Fuente: Health Day News