Las mamás y papás que tuvieron un bebé prematuro y fue ingresado a la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) están en riesgo de desarrollar depresión, y los padres no ven la misma mejora en sus síntomas después de que el bebé es dado de alta del hospital, así lo reveló un nuevo estudio publicado esta semana en la revista Pediatrics.
Craig F. Garfield, médico del Ann and Robert H. Lurie Children’s Hospital of Chicago, examinó junto con sus colegas la trayectoria y los factores de riesgo de los síntomas depresivos entre 431 padres de bebés prematuros (nacieron alrededor de las 37 semanas de gestación) que fueron ingresados a la UCIN.
Los investigadores descubrieron que el 33 por ciento de las madres y el 17 por ciento de los padres dieron positivo en la prueba de la Escala de Depresión Posparto de Edimburgo. Los puntajes de la UCIN al hogar disminuyeron tanto para las madres como para los padres. Sin embargo, desde la admisión hasta 30 días después del alta, las puntuaciones de las madres disminuyeron 10.96 veces, mientras que las puntuaciones de los padres disminuyeron a una tasa menor y nada significativa. La detección tanto en el ingreso como después del alta mejoró la predicción de los síntomas depresivos a los 30 días.
«Necesitamos programas en la UCIN que evalúen universalmente a madres y padres para detectar depresión, que eduquen de manera proactiva a la familia sobre los síntomas potenciales y que ofrezcan apoyo para la salud mental durante este momento estresante en la UCIN, antes del alta y después de que se trasladen a casa», subrayó Garfield.
Fuente: Health Day News