Aunque los diferentes tipos de trastornos alimentarios manifiestan síntomas distintos, cada afección involucra un enfoque extremo en cuestiones relacionadas con la comida y con la alimentación, y algunas implican un enfoque extremo en el peso.
Uno de estos trastornos es el trastorno de rumiación, el cual ocurre cuando una persona regurgita habitualmente alimentos que previamente ha masticado y tragado, los vuelve a masticar y luego los vuelve a tragar o los escupe. Esto suele presentarse dentro de los 30 minutos posteriores a una comida.
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En los bebés, el trastorno de rumiación tiende a desarrollarse entre los 3 y los 12 meses de edad y, generalmente, desaparece por sí solo. En niños y adultos con dicha afección, la terapia puede resolverla.
Si no se resuelve en los bebés, el trastorno de rumiación puede provocar pérdida de peso y desnutrición grave que puede ser mortal.
Los adultos con este trastorno suelen restringir la cantidad de alimentos que consumen, especialmente en público.
RECUERDA: Tomar la decisión de comenzar la recuperación de un trastorno alimentario puede resultar aterrador o abrumador, pero buscar ayuda de profesionales médicos, grupos de apoyo para la recuperación de un trastorno alimentario y tu comunidad puede facilitar el proceso.
Fuente: Healthline