La enfermedad de Parkinson es un trastorno del movimiento que afecta al sistema nervioso. Sus síntomas se presentan debido a que hay niveles bajos de dopamina en el cerebro. Los primeros signos incluyen temblores, pérdida del sentido del olfato y problemas de coordinación.
Los expertos no saben por qué se desarrolla el Parkinson, pero en la actualidad creen que los cambios genéticos y la exposición a factores ambientales, como las toxinas, juegan un papel fundamental.
La enfermedad de Parkinson también puede involucrar daño a las terminaciones nerviosas que producen otro neurotransmisor, la norepinefrina, el cual contribuye a la circulación sanguínea y a otras funciones automáticas del cuerpo.
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Los niveles bajos de norepinefrina en la enfermedad de Parkinson pueden incrementar el riesgo de síntomas motores y no motores, como por ejemplo:
- Rigidez y falta de flexibilidad
- Inestabilidad postural
- Temblores
- Ansiedad
- Dificultad para concentrarse
- Demencia
- Depresión
Esto puede explicar por qué las personas con enfermedad de Parkinson suelen experimentar hipotensión ortostática. Esto se refiere a que la presión arterial de una persona cambia cuando se pone de pie, lo que provoca aturdimiento y riesgo de sufrir una caída.
Fuente: Medical News Today