Primera visita
Durante tu primera visita a psicoterapia, es probable que tu terapeuta hable contigo sobre tus antecedentes y lo que te llevó a la terapia. De esta manera, tú y tu terapeuta podrán conocerse un poco mejor y posiblemente comenzar a desarrollar algo de confianza. Sin embargo, esto puede ser un proceso largo para algunas personas.
Las sesiones de terapia son confidenciales, por lo que tu terapeuta no podrá discutir lo que comparte, excepto en situaciones legales estrictamente limitadas o para proteger tu vida o la vida de otra persona.
Visitas posteriores
En sesiones posteriores, normalmente discutirán lo que quieres lograr con la terapia. A partir de ahí, una vez que se genere algo de confianza, comenzarán a discutir temas más profundos: los que estás reteniendo, los que te impiden funcionar o los que te causan dolor.
Tu terapeuta puede sugerirte algunas tareas para completar entre sesiones. Y puedes aprender estrategias para mejorar tu estado de ánimo, habilidades de comunicación, patrones de pensamiento o comportamientos.
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La duración de tu terapia puede depender tanto de tus necesidades personales como de la técnica de terapia específica.
En algunos casos, la terapia puede ser a corto plazo, siempre y cuando tú y tu terapeuta logren comprender los problemas subyacentes que han estado ocasionando problemas.
En los casos de psicoanálisis, las sesiones suelen ser más intensivas y se pueden realizar tres o más veces por semana durante un período prolongado.
Para ciertas personas, la relación con un terapeuta es de apoyo y continúan en terapia durante meses o años. Para otras, es importante identificar un problema y resolverlo lo antes posible. En última instancia, la decisión de cuánto tiempo continuar con la terapia puede ser una decisión personal.
Fuente: Healthline