A diferencia del estrés a corto plazo, el estrés crónico puede llegar a durar semanas, meses o más. Algunas de las causas del estrés a largo plazo incluyen:

  1. Estrés de rutina debido a las demandas del trabajo, la escuela, las necesidades familiares, los problemas económicos y otras presiones diarias que no terminan.
  2. Estrés por cambios repentinos y difíciles, como un divorcio, enfermedad, pérdida del trabajo u otros acontecimientos poco felices que a menudo tienen un impacto prolongado.
  3. Estrés traumático, que puede ocurrir cuando se está en peligro de sufrir un daño grave o la muerte. Algunos ejemplos incluyen estar involucrado en un accidente grave, una guerra, una inundación, un terremoto u otro evento aterrador. 

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¿Cómo manejar el estrés crónico?

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos recomienda lo siguiente.

  • Haz ejercicio con regularidad.
  • Realiza actividades relajantes.
  • Duerme lo suficiente todas las noches.
  • Limita la cafeína.
  • Solicita el apoyo de tu familia o amigos.

Es posible acostumbrarse a los síntomas del estrés y no darse cuenta de que hay un problema. Por esa razón, es importante que prestes atención a tu salud mental.

Ante cualquier duda, visita a un especialista.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos