El dolor crónico puede limitar tus actividades diarias y dificultar tu trabajo. También puede afectar tu grado de participación con tus amigos y familiares, por lo que puedes sentirte aislado del círculo social en el que normalmente te desenvuelves.
Los sentimientos no deseados, como la frustración, el resentimiento y el estrés, a menudo son el resultado de esta dinámica; y tales sentimientos y emociones pueden empeorar tu dolor.
Un tipo de terapia común para las personas que sufren dolor crónico emocional es la terapia cognitivo-conductual. Buscar la ayuda de un terapeuta especialista en esta área puede ayudarte a:
- Aprender a tener pensamientos positivos en lugar de negativos
- Reducir tu miedo al dolor
- Fortalecer las relaciones importantes
- Desarrollar un sentido de libertad de tu dolor
- Participar en actividades que disfrutes realizar
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RECUERDA: Si tu dolor es el resultado de un accidente o trauma emocional, tu proveedor de atención médica puede evaluarte para detectar un trastorno de estrés postraumático (TEPT). Muchas personas con TEPT no pueden lidiar con su dolor corporal hasta que lidian con el estrés emocional que les causaron sus accidentes o traumas.
Si crees estar deprimido(a) o si tienes dificultades para controlar tus emociones, habla con tu proveedor. Es mejor recibir ayuda más temprano que tarde. El profesional de la salud que te trate también puede sugerir medicamentos para mejorar tus sentimientos de estrés o tristeza.