Un estudio reciente descubrió que los niños que más tiempo pasaban frente a una pantalla a la edad de un año mostraron retrasos en el desarrollo de la comunicación así como en la resolución de problemas a los dos y cuatro años.

Los expertos recomiendan lo siguiente:

  • Menores de 18 meses: tiempo de pantalla limitado para chatear por video junto con un adulto.
  • De 2 a 5 años: limita el tiempo de pantalla no educativo a aproximadamente una hora por día.
  • A partir de los 6 años: no hay una cantidad de tiempo establecida, pero incluso así se recomienda limitar el tiempo frente a la pantalla y desarrollar relaciones saludables con el dispositivo.

Los médicos afirman que la mayor parte del desarrollo cerebral tienen lugar durante esos primeros años de vida del menor. El mayor problema es cuando el tiempo frente a la pantalla es pasivo, por lo que hay que intentar fomentar interacciones recíprocas, como el juego y la comunicación. Para los niños muy pequeños menores de dos años, hablar con un abuelo por videollamada cantándole o hablándole, está bien, siempre y cuando sea interactivo.

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Ver videos educativos interactivos que involucran cantar y bailar con música también es muy recomendable.

Sumado a ello, algunas señales que debes tomar en cuenta durante y después del tiempo frente a una pantalla incluyen las siguientes:

  • Estado hipnotizado; el niño no responde al contenido que está viendo ni a lo que le rodea
  • Falta de actividad física
  • Dificultad para regular las emociones; (en el entendido de que los niños pequeños están aprendiendo a regularse, pero el tiempo que pasa frente a una pantalla puede provocar un comportamiento más agresivo o ansiedad)
  • Problemas para dormir
  • Incapacidad para concentrarse
  • Retrasos en el idioma

También asegúrate de que los programas sean apropiados para su edad: el tiempo frente a la pantalla sin supervisión puede exponer a los niños a contenido dañino de diversos tipos. Si no puedes realizar una selección previa del contenido, existen recursos en línea disponibles que clasifican y revisan el contenido para las edades apropiadas.

 

Fuente: Hackensack Meridian Health