El diagnóstico del trastorno bipolar en niños es controvertido, en gran parte porque los menores no siempre presentan los mismos síntomas de trastorno bipolar que los adultos. Es posible que sus estados de ánimo y comportamientos tampoco sigan los estándares que utilizan los médicos para diagnosticar el trastorno en la población adulta.

Muchos síntomas del trastorno bipolar que se presentan en la población infantil también se superponen con síntomas de otras afecciones que ocurren comúnmente en niños, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

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No obstante, durante las últimas décadas, los médicos y profesionales de la salud mental han llegado a reconocer la afección en la población pediátrica. Un diagnóstico puede ayudar a los niños a recibir tratamiento, pero alcanzar dicho diagnóstico puede llevar muchas semanas o meses. Quizás valga la pena buscar atención de un profesional que se especialice en el tratamiento de niños con problemas de salud mental.

Al igual que los adultos, los niños con trastorno bipolar experimentan cambios de humor extremos. Pueden parecer muy felices y mostrar signos de comportamiento excitable, o lucir muy tristes al punto de las lágrimas, así como deprimidos e irritables.

Todos los niños experimentan cambios de humor, pero el trastorno bipolar ocasiona síntomas de humor distintos y notables. Tales cambios de humor también suelen ser más extremos que el cambio de humor típico de un niño.

 

Fuente: Healthline