El trastorno de pánico es una condición de salud mental y los ataques de pánico son un síntoma.

Mucha gente experimenta al menos un ataque de pánico en algún momento de su vida, pero quienes padecen trastorno de pánico experimentan ataques recurrentes.

Los síntomas suelen manifestarse en la edad adulta temprana, entre los 18 y los 25 años, pero el trastorno de pánico también puede desarrollarse en los niños. Cabe mencionar que es dos veces más probable que se presente en mujeres que en hombres.

Conoce más: Diferencias en cuanto a comienzo y duración entre ansiedad y pánico

Los factores genéticos y biológicos pueden incrementar la probabilidad de sufrir un trastorno de pánico, pero los científicos todavía tienen que identificar un vínculo con algún gen o sustancia química específica.

El trastorno puede desarrollarse cuando una persona con ciertas características genéticas enfrenta estrés ambiental. Esto incluye cambios importantes en la vida, como tener el/la primer hijo(a) o dejar el hogar. Un historial de abuso físico también puede aumentar el riesgo.

El trastorno de pánico puede desarrollarse cuando una persona que ha experimentado varios ataques de pánico tiene miedo de sufrir otro. Dicho miedo puede ocasionar que se alejen de amigos y familiares, y que se abstengan de salir o visitar lugares donde pueda ocurrir un ataque de pánico.

Es importante recalcar que el trastorno de pánico puede limitar gravemente la calidad de vida de una persona, pero existen tratamientos eficaces.

 

Fuente: Medical News Today