Un procedimiento de inseminación utiliza un tubo delgado y flexible (catéter) para colocar esperma en el tracto reproductivo de la mujer. Para algunas parejas con problemas de infertilidad, la inseminación puede mejorar las posibilidades de embarazo, así lo señala Michigan Medicine, en Estados Unidos.
Se utilizan espermatozoides de donantes si la pareja masculina es estéril, tiene un recuento de espermatozoides extremadamente bajo o tiene riesgo de enfermedad genética. Una mujer que planea concebir sin un compañero masculino también puede usar esperma de un donante.
Antes de la inseminación, los espermatozoides generalmente se lavan y se concentran (colocar espermatozoides sin lavar directamente en el útero puede causar calambres severos). La concentración se logra eligiendo selectivamente espermatozoides sanos y altamente activos que sean más capaces de fertilizar un óvulo.
Con base en la información anterior, a continuación les mencionamos 3 procedimientos de inseminación para tratar la infertilidad:
1. Inseminación intrauterina (IIU)
La inseminación intrauterina (IIU) es la colocación de espermatozoides en el útero de una mujer cuando está ovulando. Esto se logra con un tubo delgado y flexible (catéter) que se introduce en la vagina, a través del cuello uterino y hasta el útero.
La IIU puede usar esperma de la pareja masculina o de un donante. A menudo se combina con medicamentos de superovulación para aumentar la cantidad de óvulos disponibles.
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2. Inseminación artificial (IA)
La inseminación artificial (IA) es otro nombre para la inseminación intrauterina, pero también puede referirse a colocar espermatozoides en la vagina o el cuello uterino de una mujer cuando está ovulando. Una vez ahí, los espermatozoides viajan hacia las trompas de Falopio, donde pueden fertilizar el óvulo o los óvulos de la mujer.
La IA se puede realizar con esperma de la pareja masculina o de un donante, y se puede combinar con la superovulación.
3. Uso de esperma de donante
Si se requiere esperma de un donante, puedes elegir un donante conocido o anónimo que esté dispuesto a proporcionar esperma.
El esperma de un donante de un hombre que no es pareja sexual (como un banco de esperma, un amigo o un pariente) debe permanecer congelado durante al menos 6 meses antes de que pueda usarse. Esto se hace para que el donante pueda hacerse la prueba dos veces durante 6 meses para asegurarse de que no tiene ninguna enfermedad infecciosa, incluido el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Los espermatozoides congelados son menos efectivos que los espermatozoides frescos.
Si deseas saber más sobre los procedimientos de inseminación para la fertilidad, consulta a tu médico.
