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La fertilidad femenina puede verse influida por múltiples factores, entre ellos la nutrición. Una alimentación adecuada no solo favorece el equilibrio hormonal, también prepara el cuerpo para un embarazo saludable. Conocer qué nutrientes apoyan esta etapa puede marcar una gran diferencia.

1. Ácido fólico: esencial desde antes del embarazo

Este nutriente es clave para la formación del tubo neural del bebé, pero también mejora la ovulación y la calidad de los óvulos. Se recomienda comenzar a consumirlo al menos tres meses antes de intentar concebir. Puedes encontrarlo en vegetales de hoja verde, legumbres, frutas cítricas y cereales fortificados.

2. Hierro: apoyo para la ovulación

El hierro, sobre todo el de origen vegetal (no hemo), se ha asociado con menor riesgo de infertilidad ovulatoria. Para favorecer su absorción, es ideal acompañarlo con alimentos ricos en vitamina C. Buenas fuentes incluyen lentejas, espinacas cocidas, semillas y tofu.

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3. Ácidos grasos omega-3: equilibrio hormonal

Estos ácidos grasos, presentes en pescados grasos como el salmón y en semillas de chía o linaza, apoyan la producción de hormonas sexuales y ayudan a reducir la inflamación que puede afectar la función ovárica.

4. Zinc: clave para la función reproductiva

El zinc participa en numerosos procesos celulares relacionados con la fertilidad. Un nivel adecuado favorece la maduración del óvulo y la regularidad del ciclo menstrual. Puedes obtenerlo de alimentos como nueces, mariscos, cereales integrales y legumbres.

5. Antioxidantes: protección celular

Vitaminas como la C y la E, junto con compuestos como el selenio o el betacaroteno, protegen a las células reproductivas del estrés oxidativo. Una dieta rica en frutas, verduras de colores intensos, semillas y nueces es ideal para obtener estos nutrientes.

Incluir estos nutrientes en la alimentación diaria puede contribuir significativamente a la salud reproductiva femenina. Aunque no reemplazan tratamientos médicos cuando se requieren, sí complementan de forma efectiva el cuidado integral de la fertilidad.

 

Fuente: Harvard T.H. Chan School of Public Health