Las mujeres que luchan contra la infertilidad a menudo reciben medicamentos para ayudarlas a concebir, y los posibles efectos secundarios siempre son una preocupación. Ahora, una nueva investigación publicada en la revista Fertility and Sterility sugiere que el uso de dichos medicamentos no aumenta las probabilidades de que una mujer desarrolle cáncer de mama.
Investigadores del King’s College de Londres, en Reino Unido, analizaron estudios desde 1990 hasta enero de 2020 que incluyeron a 1.8 millones de mujeres de todas las edades reproductivas y que se sometieron a tratamientos de fertilidad. Las mujeres fueron monitoreadas durante un promedio de 27 años después del tratamiento.
Durante ese tiempo, no hubo un aumento significativo en el riesgo de cáncer de mama entre las mujeres que recibieron tratamiento de fertilidad, en comparación con las mujeres no tratadas que eran infértiles, según el estudio.
«El tratamiento de fertilidad puede ser una experiencia emocional. Las pacientes a menudo nos preguntan si la ingesta de fármacos estimulantes de los ovarios las pondrá en mayor riesgo de desarrollar cánceres, incluido el cáncer de mama», dijo el autor del estudio Yusuf Beebeejaun, investigador clínico en medicina reproductiva.
Por su parte, Sesh Sunkara, autor principal del trabajo, comentó que el estudio aporta la evidencia necesaria para tranquilizar a las mujeres y parejas que buscan tratamientos de fertilidad.
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«Nuestra investigación mostró que el uso de medicamentos para estimular los ovarios en el tratamiento de fertilidad no aumentó el riesgo de cáncer de mama en las mujeres», agregó Sunkara.
Los autores describieron el estudio a largo plazo como el más grande jamás realizado para evaluar si los medicamentos para la fertilidad de uso generalizado aumentan el riesgo de cáncer en las mujeres.
Los medicamentos para la fertilidad estimulan a los ovarios para que liberen óvulos, y se han utilizado para tratar la infertilidad desde principios de la década de 1960. Debido a que los medicamentos aumentan la producción de la hormona estrógeno y pueden actuar sobre las células mamarias, existe la preocupación de que esto pueda convertir las células en cancerosas.
Según Katy Lindemann, defensora de pacientes que se sometió a un tratamiento de fertilidad, gran parte del miedo, el estrés y la ansiedad asociados con dicho tratamiento tienen sus raíces en navegar por la incertidumbre. El nuevo estudio no solo brinda a las pacientes tranquilidad a nivel emocional, sino que además les permite tomar decisiones más informadas sobre los riesgos y beneficios del tratamiento a un nivel racional.
Aunque los resultados son tranquilizadores, los investigadores dijeron que se requieren más estudios detallados y a largo plazo para confirmar sus hallazgos.
Fuente: Health Day News