Las cataratas se producen cuando los cambios en el cristalino del ojo hacen que se vuelva menos transparente (claro). Esto da como resultado una visión nublada o borrosa.
El cristalino es la estructura transparente ubicada justo detrás de la pupila (el círculo negro en el centro del ojo).
Este permite que la luz pase a través de la capa de tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo, llamada retina.
Las cataratas afectan con mayor frecuencia a los adultos mayores (cataratas relacionadas con la edad), pero algunos bebés nacen con la afección.
Los niños también pueden desarrollarlas a una edad temprana, y se les conoce como cataratas infantiles.
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Las cataratas infantiles generalmente se denominan:
- Cataratas congénitas: cataratas presentes cuando nace un bebé o poco después
- Cataratas del desarrollo, infantiles o juveniles: cataratas diagnosticadas en bebés mayores o niños
Las cataratas en bebés y niños son poco frecuentes. Asimismo, existen diversas razones por las que un niño puede nacer con cataratas o desarrollarlas cuando todavía es pequeño.
Sin embargo, en muchos casos no es posible determinar la causa exacta.
Las posibles causas incluyen las siguientes:
- Un defecto genético heredado de los padres del niño que provocó que el cristalino se desarrollara de forma anormal.
- Determinadas enfermedades genéticas, incluido el síndrome de Down.
- Determinadas infecciones contraídas por la madre durante el embarazo, incluidas la rubéola y la varicela.
- Una lesión en el ojo después del nacimiento.
Fuente: NHS