La degeneración macular seca es un trastorno ocular común entre las personas mayores de 50 años. Esta ocasiona visión central borrosa o reducida debido a la descomposición de las capas internas de la mácula (la parte de la retina que le otorga al ojo una visión clara en la línea directa de visión).

La degeneración macular seca puede comenzar en un ojo antes de desarrollarse en el otro. También puede desarrollarse en ambos ojos al mismo tiempo. Con el paso de los años, la visión puede empeorar y afectar la capacidad de realizar cosas como leer, manejar un auto y reconocer rostros. Sin embargo, tener degeneración macular seca no significa que perderás por completo la vista. La pérdida de la visión suele ser central y las personas conservan su visión periférica. Algunas personas solo tienen una pérdida leve de la visión central. En otros, puede ser más grave.

La detección temprana y las medidas de cuidado personal pueden retrasar la pérdida de la visión debida a la degeneración macular seca.

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Los síntomas de la afección suelen desarrollarse de forma gradual y sin dolor. Estos pueden incluir:

  • Distorsiones visuales, como líneas rectas que parecen torcidas.
  • Reducción de la visión central en uno o ambos ojos.
  • Necesidad de una luz más brillante al leer o al realizar trabajos de cerca.
  • Mayor dificultad para adaptarse a niveles bajos de luz, como al entrar en un restaurante o teatro con poca luz.
  • Aumento de la borrosidad de las palabras impresas.
  • Dificultad para reconocer caras.
  • Un punto borroso o un punto ciego bien definido en el campo de visión.

Cuando la degeneración macular seca solo afecta a un ojo, es posible que no notes ningún cambio en tu visión. Esto se debe a que tu ojo bueno compensará el ojo afectado. Además, la condición no afecta la visión lateral, por lo que no causa ceguera total.

Cabe destacar que la degeneración macular seca es uno de los dos tipos de degeneración macular relacionada con la edad. Puede progresar a degeneración macular húmeda, que es cuando los vasos sanguíneos crecen y se filtran debajo de la retina. El tipo seco es más común, pero suele progresar lentamente a lo largo de los años. Es más probable que el tipo húmedo ocasione un cambio relativamente repentino en la visión que resulte en una pérdida grave de la misma.

 

Fuente: Mayo Clinic