Un oftalmólogo realiza un examen ocular estándar para diagnosticar la hipermetropía, y puede concretar una evaluación si sospecha de la presencia de un problema más complejo.
Una persona debe hacerse un examen de la vista si alcanzó los 40 años de edad o si experimenta síntomas de hipermetropía, como por ejemplo:
- Los objetos cercanos lucen borrosos
- La persona necesita entrecerrar los ojos o forzar la vista para ver con claridad
- Dolor de cabeza o malestar que se produce después de leer o escribir durante un tiempo prolongado
- Fatiga visual, que arde o duele en o alrededor de los ojos
- La persona no puede percibir la profundidad de manera efectiva
Los niños más pequeños también deben someterse a exámenes de la visión en las siguientes etapas:
- Al nacer
- Durante su primer año de vida
- Alrededor de los 3.5 años
- Alrededor de los 5 años
Conoce más: Visión borrosa en un solo ojo, ¿debo preocuparme?
Una persona que ya utiliza lentes correctivos necesitará exámenes más frecuentes para asegurarse de que la prescripción de sus lentes siga siendo adecuada.
La mayoría de las afecciones oculares se pueden corregir con éxito, pero existe el riesgo de complicaciones adicionales si no se tratan.
Una prueba ocular completa debe verificar lo siguiente:
- Capacidad para enfocar objetos cercanos
- Salud general de los ojos, para determinar si hay alguna afección ocular o anomalías físicas
- Agudeza visual, o nitidez, utilizando una tabla de Snellen de letras que disminuyen con el tamaño de la dilatación, o ensanchamiento, de las pupilas
- Visión lateral
- Motilidad ocular o movimiento ocular
- El frente del ojo
- Retina y nervio óptico
Si una persona usa anteojos recetados o lentes de contacto, es posible que deba usarlos durante el examen.
El oftalmólogo también verifica si existen signos de afecciones oculares al encender una luz en los ojos de la persona y observar su reacción. Buscarán trastornos como el glaucoma o la retinopatía diabética.
Fuente: Medical News Today