Durante la adolescencia aparecen diversas emociones que son tan importantes como los cambios físicos, en esta etapa, particularmente las situaciones cobran mayores dimensiones y las cosas buenas parecen mejores, así como las malas resultan intolerables.
En primera instancia, los sentimientos durante esta etapa son inestables y van de lo alto a lo bajo; un día está triste pensando que todo le sale mal y al otro, simplemente se siente feliz.
Las emociones en la adolescencia se vuelven cíclicas, pues ocurren regularmente y están influenciadas por diferentes factores como la salud o la cantidad de horas de sueño; es decir, el mundo no es como lo ve el adolescente, sus emociones lo distorsionan de alguna manera.
También, se encuentra el “peligro” de las impresiones, estos profundos sentimientos provocan que un adolescente tenga pensamientos que no está seguro de dónde provienen, no obstante, sí los cree puede tomar determinaciones equivocadas. En esos momentos es importante que se tome tiempo para reflexionar y revisar todos los aspectos que se involucran en una decisión. Es conveniente hablar con alguien de confianza y no tomar grandes resoluciones si se siente confundido.
El conflicto entre generaciones se refiere a las asperezas que pueden ocurrir entre adolescentes y padres. Conforme los jóvenes crecen, quieren ser libres, independientes y tomar sus propias decisiones; los padres, en tanto, saben que no pueden dar una libertad completa, pues su hijo aún necesita su guía en ciertas cuestiones. Es importante recordar que esto es parte del proceso de madurar y debe hablarse abiertamente.
El deseo de independencia genera en el adolescente una sensación extraña al estar cerca de sus padres, debido a que quiere que sus amigos piensen que ya es grande y en este sentido, ser visto con sus papás es cosa de niños. Este sentimiento es normal y no significa que no exista amor.
Conforme se entra en la adolescencia, se examina cada una de las cosas que se han aprendido, lo que puede acarrear una sensación de confusión. En todo caso, es necesario que busque por sí mismo respuestas a las principales preguntas de la vida.
Relacionada con la confusión, está la búsqueda de la identidad, que consiste es la necesidad de cada joven de saber quién es y qué quiere en la vida. Es importante ayudarlos a saber qué desean y que encuentren su propio papel en la vida. Hacer algún deporte o aprender a tocar un instrumento, son actividades que pueden ayudarlo.
Vía: Adolescencia, publicación de la Asociación Nacional Pro-Superación personal A.C.C