¿Qué es la ambliopía?
Se trata de un retraso en el desarrollo de la vista en niños entre 1 y 10 años, por error anatómico en la conexión entre el ojo (receptor de la luz) y el cerebro (integrador de la imagen). Afecta al 1-4% de la población.
Síntomas
Visión borrosa unilateral.
Alteración en la percepción de ambos ojos.
Cambios en la sensibilidad al contraste, la integración espacial y la percepción global de la movilidad.
Diferencia en la visión entre ambos ojos.
Diagnóstico
La pérdida visual por falta de señal del nervio óptico al cerebro, resulta en cambios anatómicos visibles en el cerebro (núcleo geniculado lateral y en la corteza occipital). Se detecta por tomografía, pudiendo reflejar también irregularidades en el grosor de la capa de fibras nerviosas de la retina (en fondo de ojo).
La ambliopía se puede clasificar en:
- Estrábica: como resultado de la presencia de estrabismo (la más frecuente).
- Anisometrópica: cuando hay un error refractivo.
- Ametrópica: debido a un error refractivo en ambos ojos.
- Deprivación: secundaria a una obstrucción de la vista (catarata congénita, ptosis, leucocoria).
- Mixta: combinación de ambliopía y estrabismo.
Prevención y protección
La falta del estímulo visual del ojo al cerebro, retrasa el desarrollo normal de la vista, durante el período crítico del crecimiento del niño. Puede resultar en errores de refracción (velocidad del paso de la luz en el ojo) manifiestos en alteraciones de enfoque (estrabismo, anisometropía) o por catarata congénita.
Si no se trata de forma temprana, el daño será permanente ya que la falta de estímulo inhibe el desarrollo anatómico, tanto del ojo como del cerebro.
Para evitar la consecuente disparidad visual, ante la falta de señal entre el ojo y el cerebro, se requiere de una detección y tratamiento tempranos.
La revisión de los ojos en todos los niños debe iniciarse a los 18 meses de edad.
La corrección óptica es la única medida terapéutica en casos de ambliopía refractiva bilateral o anisometrópica unilateral. Con la terapia oclusiva (parche sobre el ojo de mejor visión) se puede estimular al ojo deficiente, con mejoría visual en el 60 a 75% de los casos (preferiblemente antes de los siete años de edad).
Algunos casos requerirán de tratamiento farmacológico para provocar visión borrosa en el ojo dominante y estimular el ojo amblíope. También se pueden realizar tareas visuales de estimulación repetitiva (incluyendo videojuegos) o estímulo de ambos ojos con binoculares que proyectan diferentes imágenes al mismo tiempo.