Una catarata es una opacidad del cristalino (el lente transparente del ojo) que se identifica por la dificultad creciente, al tratar de leer, conducir un auto (especialmente de noche) o identificar detalles de un rostro.
Se desarrolla lentamente, pero su progresión llega a deteriorar la visión hasta interferir en actividades habituales.

¿Cómo se forma una catarata?

El cristalino, situado detrás de la parte de color del ojo (iris), enfoca la luz que entra al ojo y proyecta imágenes claras y nítidas sobre la parte posterior del ojo (retina).
Con la edad (y otras afecciones médicas), el cristalino se vuelve menos flexible, menos transparente y más grueso haciendo que las proteínas y las fibras del cristalino se rompan y se aglutinen, lo que enturbia el cristalino. Conforme se desarrolla, la opacidad bloquea la luz, impidiendo que llegue una imagen nítida a la retina. La visión se vuelve borrosa.

Riesgo

  • Envejecimiento
  • Diabetes
  • Exposición excesiva a la luz del sol
  • Fumar
  • Obesidad
  • Presión arterial alta
  • Lesión o inflamación anterior del ojo
  • Cirugía anterior de ojos
  • Uso prolongado de medicamentos corticoesteroides
  • Beber alcohol en exceso

Síntomas

  • Visión nublada, borrosa o tenue
  • Aumento de la dificultad con la visión por la noche
  • Sensibilidad a la luz y al resplandor
  • Necesidad de una luz más brillante para leer y para otras actividades
  • Ver halos alrededor de las luces
  • Cambios frecuentes en los anteojos o lentes de contacto recetados
  • Decoloración o amarillamiento de los colores
  • Visión doble en un solo ojo

Diagnóstico

Aparece inicialmente como nubosidad, sin pérdida de visión. A medida que crece, se nubla más el cristalino con distorsión de la luz.
Tipos de catarata:

  • Nucleares– Al centro del cristalino. Inicia con más miopía, con posible mejora temporal de la visión. Con el tiempo, se vuelve más denso y amarillo (incluso marrón) con dificultad para distinguir los tonos de color.
  • Corticales– Afectan los bordes del cristalino. Comienza con opacidades o líneas blanquecinas en forma de cuña en el borde exterior de la corteza del cristalino. Conforme avanza se extienden las líneas hacia el centro impidiendo el paso de la luz.
  • Subcapsulares– Afectan la parte posterior del cristalino. Empieza con una pequeña zona opaca en la parte posterior del cristalino, justo en la trayectoria de la luz. Interfiere con la lectura, reduce la visión de luz intensa y causa deslumbramiento o halos alrededor de las luces por la noche.
  • Congénitas– De nacimiento (genéticas o por infección intrauterina o traumatismo). Se desarrollan durante la infancia. No siempre afectan a la visión, pero si lo hacen, suelen eliminarse poco después de su detección.
  • Otras– Provocados por: alteraciones hereditarios, diabetes, el uso prolongado de esteroides o infecciones (rubeola).

Tratamiento

Suelen desarrollarse en ambos ojos, pero no al mismo ritmo, lo que provoca diferencia en la visión entre ambos ojos.
Ante cualquier cambio en la visión, se requiere de un examen ocular (visión doble o destellos de luz, dolor ocular repentino o dolor de cabeza repentino).
Si el bloqueo de la visión impide las actividades diarias, se recomienda cirugía, siendo un procedimiento seguro y efectivo.

Prevención

Aún no se pueden prevenir las cataratas o ralentizar su desarrollo.
Por ello se requiere:

  • Exámenes de la vista regulares.
  • Dejar de fumar.
  • Control de otros problemas de salud (diabetes, etc).
  • Dieta saludable (muchas frutas y vegetales).
  • Usar lentes de sol para evitar rayos ultravioleta (UVB).
  • Reducir el consumo de alcohol.