Las vacunas contra el tétanos se recomiendan desde la infancia y deben seguirse aplicando cada diez años a partir de los 5 años de edad, así lo señala el Colegio Americano de Médicos de Emergencia.
Sin embargo, la mayoría de los adultos no reciben estos refuerzos hasta que pisan un clavo oxidado o sufren una herida profunda y sucia, destacó el grupo de expertos.
Recordemos que el tétanos es una infección bacteriana del sistema nervioso, a veces llamada trismo, que puede conducir a la muerte. La bacteria responsable de la afección se llama Clostridium tetani (C tetani). Las esporas de esta bacteria se encuentran en el suelo, en las heces y en la boca (tubo gastrointestinal) de varios animales. En su forma de espora, C tetani puede permanecer inactiva en el suelo, pero su capacidad infecciosa puede mantenerse hasta por más de 40 años.
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Puedes contraer la infección por tétanos cuando las esporas penetran en el organismo mediante una lesión o una herida. Las esporas se convierten en bacterias activas que se diseminan en el cuerpo y producen una sustancia llamada toxina tetánica (también conocida como tetanospasmina). Este tóxico bloquea las señales nerviosas de la médula espinal hacia los músculos, causando espasmos musculares intensos. Dichos espasmos pueden ser tan fuertes que desgarran los músculos o causan fracturas en la columna.
No obstante, no siempre requiere una herida sucia. Las bacterias del tétanos pueden entrar en el torrente sanguíneo a través de un pequeño pinchazo, un arañazo de un animal, una astilla o incluso una picadura de un insecto abierta, advierte el colegio.
Por ello, si tienes síntomas que incluyen dificultad para tragar, rigidez muscular abdominal, espasmos, sudoración y fiebre, busca atención médica de inmediato.
Vía: Health Day News / Medline Plus