El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es más común entre los niños que entre las niñas. Si bien no se sabe exactamente cuál es la causa, es un problema del neurodesarrollo que puede heredarse en el 75% de los casos, de acuerdo con el director general de Proyectodah, Juan Carlos Pérez Castro Vázquez.
Según el especialista, el TDAH afecta de manera particular la conducta y el desempeño académico o aprendizaje de los niños. Para realizar un diagnóstico correcto se deben descartar, en primer lugar, afecciones psicológicas que hayan surgido tras algún cambio abrupto en la vida del menor, como un divorcio o alguna otra fuerte impresión.
Posteriormente, debe investigarse la intensidad y la duración de los comportamientos, algo evidente ante los ojos de familiares y personas externas.
Para Castro Vázquez, un comportamiento con denominadores comunes, como la intensidad y la frecuencia, así como las afectaciones en la calidad de vida de las personas, son elementos suficientes para sospechar de TDAH.
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Por su parte, Óscar Sánchez Guerrero, especialista del Instituto Nacional de Pediatría (INP), asegura que una vez diagnosticado el trastorno, el tratamiento más recomendado es el «multimodal», el cual involucra a padres, especialistas de la salud y profesores.
Uno de los puntos clave es la psicoeducación de los padres, la cual busca dar información y brindar estrategias de crianza para un mejor manejo del TDAH en casa.
Otro es la terapia psicológica, que ayuda a modificar de manera positiva el comportamiento; por último, el tratamiento farmacológico, el cual utiliza poco medicamento en un corto tiempo, y dependerá del grado del trastorno —no es necesario en todos los casos—.
“El TDAH no se cura, se controla. Es un problema conductual que debe recibir tratamiento de manera temprana, porque si no se tendría una vida muy complicada para llegar a la adultez siendo infelices”, señaló Sánchez Guerrero.
Vía: Notimex